DÍA NACIONAL POR UNA ARGENTINA SIN CHAGAS

25 DE MAYO (LP).- El 26 de agosto, como el último viernes de agosto de cada año, se conmemora el “Día Nacional por una Argentina sin Chagas” (Ley N° 26.945). En este marco se articulan diferentes acciones para promover la participación y el compromiso comunitario respecto de la enfermedad de Chagas; a partir del trabajo en conjunto entre la comunidad sanitaria, educativa y población en general.
La elección del último viernes del mes de agosto se debe a que durante la época cálida se registra una mayor actividad y reproducción de la vinchuca, lo que produce un aumento de la densidad poblacional de este vector transmisor en las viviendas y, en consecuencia, una mayor probabilidad de ocurrencia de personas infectadas por esta vía de transmisión.
Desde la Dirección de Epidemiología de La Pampa, se procura alcanzar los objetivos pensados en las principales formas de transmisión: mantener la interrupción de la transmisión vectorial mediante la vigilancia comunitaria; y fortalecer el control de la transmisión congénita a través del acceso al diagnóstico y tratamiento en forma gratuita.
El Chagas es una enfermedad causada por un parásito denominado trypanosoma cruzi que se transmite a los seres humanos principalmente a través de las heces de la vinchuca luego de su picadura y también de personas gestantes con chagas a sus hijos durante el embarazo. El diagnóstico temprano de esta enfermedad favorece a una mayor probabilidad de cura; por lo que se insiste en el control de las embarazadas y en el estudio hasta el año de edad del hijo de madre reactiva. Esta última es la forma de contagio más frecuente en Argentina. Además se recomienda testear a todas aquellas personas que haya vivido en una zona endémica (como lo es el norte y parte del centro de nuestro país) como así también a aquellas madres que provengan de zonas endémicas y no cuenten con un test de Chagas negativo.
Chagas: de dónde venimos y hacia dónde vamos
A comienzos de la década del 70’, el sistema sanitario tomaba acciones para erradicar el vector (en este caso, la vinchuca). En aquél entonces, se ponía en marcha actividades a lo largo de casi el 80% de nuestra provincia. Desde Nación llegaban cientos de rastrojeros para colaborar con la causa. La campaña tomó tales dimensiones que se podían ver foráneos y lugareños integrándose al trabajo. El primer objetivo fue el diagnóstico de la situación y el diseño de un plan de acción. En 1975 comenzaba el recorrido por La Pampa. De esta manera, se visitaron en aquellos años alrededor de 8600 hogares urbanos y 3700 rurales, siendo estos últimos los que mayor índice de positividad arrojaron. En tales casos, se implementaba el rociado, de acuerdo a los lineamientos nacionales, pudiendo modificar métodos de acuerdo a la experiencia adquirida en campo.
Años más tarde, en 1986 se modificaba el método y se comenzaba a aplicar productos de alto impacto con mayor efectividad y menor toxicidad. Las visitas se efectuaron al 100% de las viviendas en 5 departamentos de forma anual durante 3 años. Todo fue complementado por la educación sanitaria y el mejoramiento de hogares en dichas zonas endémicas.
Esas acciones derivaron que en 1990 los índices de infestación en viviendas fueran lo suficientemente bajos: 2% en zona urbana y 5 % en zona rural; y, sumado a que hacía más de 6 años antes que no se notificaba ningún caso de Chagas agudo, lo que certifica que desde esa fecha no hay más casos de Chagas transmitido por Triatoma infestans en la provincia de La Pampa.
En 1995 se iniciaba el primer programa de detección y control de la transmisión de la enfermedad del Chagas materno-infantil, el cual continúa en el tiempo y se acentúa en las campañas ya que se considera en la actualidad el mayor riesgo de contagio. Desde 1997 la totalidad de los departamentos, con dispersión del vector, entran en la fase de vigilancia. Alrededor de 9000 viviendas rurales y 29500 urbanas eran controladas anualmente y es por ello que en el año 2001 se lograba la Certificación de la OMS, en conjunto con la Coordinación Nacional de Control de Vectores, que establecìa que La Pampa es zona libre de transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas.
Finalmente, en 2011, se decretó la recertificación de la OMS. Este es un trabajo del día a día, no sólo por parte del Programa provincial de Chagas, sino también de la comunidad en general. Controlar la enfermedad de Chagas es una responsabilidad social de la que todas y todos debemos formar parte.
× ¿Cómo puedo ayudarte?